El Jueves 28 de Julio llegamos a Gijón para asistir al festival Tsunami 2022. El festival que anteriormente tenía lugar en el recinto Laboral ciudad de la Cultura se trasladó al Parque Hermanos Castro de Gijón, al lado del Molinón y la playa San Lorenzo. Llegamos al recinto sobre las 19:30 de la tarde y tras cambiar unos Toquens para bebernos unas birras de bienvenida fuimos a ver el final del bolo de los Suecos The Baboon Show que la estaban liando parda ya a esas tempranas horas. Lo poco que vimos nos gustó mucho.
Fuimos calentando motores para ver a los Circle Jerks. Keith Morris salió a escena como si fuese un portavoz anunciante del show que íbamos a ver. Tras charlar con el público durante un rato comenzaron actuación con Deny Everything y fueron machacando temas de hardcore punk como In your Eyes o Back Againstthe Wall muy bien, pero fue justo en Wild in the Streets cuando captaron mi atención ya que ese tema salía en Thrashin´, una mítica película de Skate de la que era muy fan en mis tiempos mozos. A las 21:55 terminaban su concierto y aprovechábamos para ir a cenar algo. Casi una hora después salían a escena unos de los grandes del hardcore melódico, nada más y nada menos que los Lagwagon.
Siempre me hizo mucha gracia la diferencia de altura entre unos miembros y otros, porque los hay muy bajitos y luego está su guitarrista que casi llega a los 2 metros. Lagwagon es un grupo que siempre está de buen rollo y es lo que inspira su música. Aunque el sonido para mi estaba un poco bajito sobre todo en las guitarras el show que dieron estuvo más que decente. Nada más terminar nos fuimos corriendo al otro escenario a ver a una de las bandas de Punk más clásicas de nuestro País, los Lendakaris Muertos. No esperaba disfrutar tanto como disfruté en el show de esta banda. todo el mundo se sabía las canciones, todo Dios coreaba estribillos como Drogopropulsado, Cerveza sin Alcohol o Cómeme la Franja de Gaza. Lendakaris Muertos son una banda que no se corta a la hora de poner un telón con la bandera franquista con el águila escupiendo fuego, o bromear dándole las gracias al manager de Frank Carter por pasarles la droga de esa noche. Todo el mundo disfrutaba, Aitor se tiraba a cantar con el público durante un buen rato, salía un oso panda gigante al escenario... ¿Qué más se podía pedir? Salimos con aún más buen rollo que en los Lagwagon para ir al escenario principal a ver a los cabezas del primer día, Dropkick Murphys.
Los DKM son una banda de punk formada en 1996 en los barrios de trabajadores inmigrantes irlandeses de la ciudad de Boston. Salieron a escena y en seguida nos dimos cuenta que faltaba Al Barr, uno de sus cantantes principales, por lo que el peso de la banda recayó en su otro frontman Kent Casey. En ese escenario hay tanta gente que no necesitan ni público para montar una fiesta, gaitas, mandolinas, confeti, faldas escocesas... Repasaron toda su trayectoria con temas como TheBoys are Back, Smash hit Up o Ten times More, pero lo que más hizo enloquecer a la audiencia fue la versión de AC/DC T.N.T., desde ese momento hasta el final de su actuación el Parque Hermanos Castro fue una fiesta.
El Viernes 29 llegamos al recinto y ya estaban tocando los asturianos Desakato. Jugaban en casa por lo que ya se auguraba bolazo. Cuando Desakato tocan en cualquier festival organizado en Asturias ya se sabe que la más mitad de la afluencia es fan de ellos. Tan solo vimos medio show pero fue de sobra para disfrutar de su espectáculo. Mucha gente joven, mucho desfase y todo el mundo cantando sus letras. Faltó que Pepo hiciese mosh desde el escenario pero recientemente se operó y no lo hizo aunque ganas no le faltasen. El momento de climax de la actuación fue cuando tocaron Cuando salga el Sol donde el público se volvió loco.
Desakato es una banda que evolucionó mucho desde sus principios y acertó cuando decidieron que los dos hermanos debían de cantar, uno melódico y el otro gutural. Terminado el concierto de Desakato y con un buen colorete nos acercamos al otro escenario donde empezaban Deleiba, una banda gallega bastante del rollo de Desakato pero sin tanto público, que nos hizo calentar motores para ir al escenario principal a ver nada más y nada menos que a los Pennywise. Cerca de las 19h y aún con un clima muy caluroso pero agradable salían al escenario los californianos mostrándonos lo bien que se conservan pese a los largos años que llevan de trayectoria musical. Empezaron a lanzar temazos como Fight till you Die, My own Country o Rules, pero fue cuando sonó Same old Story cuando las viejas glorias del skate que había entre la multitud alzaron puños en alto y comenzaron a corear y a hacer pogo reviviendo su juventud como también lo hice yo.
A medida que avanzaba su set tanto músicos como público se notaban más desfasados, incluso las parejas de los miembros de Pennywise bailaban sobre el escenario cerveza en mano y se acercaban al micro a hacer coros. Fue una fiesta total en la que sonaron versiones como T.N.T que ya había sonado el día anterior con Dropkick Murphys, Fight for your Right o Stand by Me en la que todo el mundo bailó. La guinda del pastel fue sin duda Bro Hymn, coreada con ganas por todos los asistentes y que fue el cierre perfecto de un espectáculo magnífico. Nos acercamos al otro escenario a ver a Liher una banda de Donostia a la que desconocíamos. Su concierto aumentando de fuerza sobre todo cuando Lide la zurda frontman de la banda se hizo con una guitarra y adquirió una estética aún más punk.
Buen concierto en el que nos zampamos unas cuantas birras. Después de charlar un buen rato con conocidos de la escena en la barra del fondo nos acercamos por la derecha al escenario principal donde ya llevaban un buen rato descargando su set la banda irlandesa estadounidense Floggin Molly. Estos siete míticos músicos estaban volviendo loco al público que disfrutaba y cantaba sus buenos temas de celtic punk. Su guitarrista ya había salido una hora antes a hacer un cameo con Pennywise pero desprendía una energía impresionante. Siendo sincero no había escuchado anteriormente a Floggin Molly, pero se que son una banda muy buena en lo suyo y por eso había tanta gente esperando para verlos. Nos acercamos al escenario pequeño porque en ese momento empezaban los Me Fritos & the Gimme Cheetos.
Esta banda asturiana se dedica a transformar temas de artistas como pueden ser Rebeca, Bisbal o el Fari y los convierten en auténticos hits del punk rock. Todos éramos muy metaleros, pero todos nos sabíamos los temas de principio a fin. Esa banda nos tuvo de 22:00 a 23:00 bailando y haciéndonos disfrutar sin parar para prepararnos para otros que iban a hacer lo mismo, los Ska-p. Los reyes del punk Ska procedentes de Vallecas salieron al escenario ante la gran ovación de miles de personas. Ska-p fue la única banda en tocar 1h y 30min, en la que no pararon de hacer disfrutar a un público totalmente entregado.
Todos esperábamos ese clásico comienzo de "saco un papelillo..." que no tardó ni cuatro temas en sonar. Cuando terminó la canción pensé que ya no conocería ni una más y que si la mítica ya había sonado el concierto bajaría de intensidad, pero para nada, en cuanto sonó Mis Colegas me volvió a dar un subidón increíble, lo mismo que con Intifada o El Vals del Obrero. Ska-p son una bandaza que toca muy bien y suena perfecto, una banda que triunfa tanto nacional como internacionalmente. Después de cenar y tomar unos buenos combinados llegó la hora de ver los que para mi eran los verdaderos líderes de la noche, Soziedad Alkoholika. Gente experta nos avisó de que esa noche la banda estrenaría un nuevo show con pirotecnia, algo que pudimos comprobar ya en los primeros minutos del bolo.
Esta noche S.A. salían a comerse el Tsunami con fuego, un sonido arrollador, un telón enorme, unas luces muy potentes y una banda en muy buena forma. Es cierto que la audiencia tardó un poco en despertar ya que empezaron su set con temas de sus últimos álbumes pero en cuanto llegaron Contra la Agresión Castración o Ratas la peña ya empezó a cantar y desfasar. A media actuación sonó uno de mis temas favoritos, Ciencia Asesina seguida de otros clásicos como S.H.A.K.T.A.L.E., Civilización Degeneración o Cuando Nada vale Nada, todo ello con humo y fuego que nos hacía subir la adrenalina hasta hacernos llegar al éxtasis con Nos Vimos en Berlín, un cierre perfecto para un show perfecto que nos animó a seguir la fiesta por las noches de Gijón.
El Sábado 30 no llegamos para ver a los reyes del hardcore asturiano y colegas Escuela de Odio pero luego me dijeron que tuvieron bastante gente y que se marcaron un buen bolo. Esa banda no debería haber tocado a horas tan tempranas, pero bueno. Llegamos justo para ver a The Inspector Cluzo, un dúo francés desconocido para mi, pero que me hizo disfrutar sobre todo al final de su show cuando fueron desarmando la batería poco a poco y a patadas mientras seguían tocando. Lo siguiente que fuimos a ver mientras bebíamos cervezas a buen ritmo fue la banda de glam punk de Bilbao Turbo fuckers. Recuerdo que me gustó mucho la camisa de leopardo de su cantante, el cuál comentó que no podía olvidar uno de sus anteriores bolos en Gijón y la buena acogida que habían tenido.
Volvimos al escenario principal porque venían Skindred, una de las bandas que fueron llamadas a última hora para remplazar a las que se habían caído del cartel. Cuando me enteré de que los habían llamado me alegré mucho porque es una banda que puede llegar a revivir a un muerto con su mezcla de Reegae y New Metal. Benji Webbe es un frontman que sabe como hacer entrar en calor a cualquier tipo de público con ese poderoso flow y ese buen rollo que desprende. Desde que sonó de intro The Imperial March hasta el final con Warning todo fue un festón en el que todos participamos haciendo la comedia en el pit.
Después de sacar unas fotos en el foso mientras tocaban los Clutch sonando a gloria nos fuimos a cenar algo y nos dió tiempo a ver parte del show de Syberia, una banda sin vocalista, con una buena puesta en escena y con un sonido arrollador. Poco a poco fuimos acercándonos al escenario principal porque era el momento de disfrutar con los paisanos de AC/DC, Airbourne. Los australianos se marcaron uno de los mejores shows que recuerde de los últimos años. Desde el comienzo con Ready to Rock hasta el final con Runnin' Wild no paré de hacer pogo y acabé tres veces en el foso haciendo CrowdSurffing.
El ambiente desprendía sudor y buen rollo, mientras la banda no dejaba de corretear y brincar por el escenario. Uno de los momentos del increíble show que se estaban marcando los Airbourne fue cuando Joel se bajó del escenario para acercarse al público y explotar una lata de cerveza a cabezazos. Justo en el momento en el que empezaban su última canción de la noche se cumplió el horario pactado y se les cortó el sonido y nos quedamos todos boquiabiertos.
En ese momento tenían al público literalmente sentado en el suelo y la música no salía por la PA, sólo se escuchaba lo que sonaba en el propio escenario. Aun así siguieron adelante con tanto ímpetu que volvieron a darles corriente y finalizaron su show de forma magistral. Jamás olvidaré ese conciertazo de los Airbourne. Nos quedamos tan cansados de la energía robada por los Australianos que tuvimos que ver a la última banda del festival sentados en el segundo piso de un autobús en el que vendían unas hamburguesas cojonudas. Desde allí vimos a unos energéticos Anti-flag con 27 años a sus espaldas tirándose desde los amplificadores como si fuesen chicos de 15 años. Dieron un buen recital para finalizar lo que fue un gran festival en el que disfrutamos de buena música y buen rollo en general.